Tener 40 ¡Lo mejor de la vida!

Las mujeres después de los 35 años maduramos de verdad.

 Hay excepciones pero creo que antes de esa edad se madura a medias.

 Hace mucho que escucho que los 40 de hoy son los 30 de ayer. Quisiera saber cómo hace 20 años atrás una mujer de 30 años era plena.

 ¿Tenía familia? ¿Tenía hijos? ¿Tenía una carrera exitosa?

 Es tan difícil a los 30 tener todo eso, no digo que sea imposible pues ay muchos casos de mujeres que a esa edad ya lo tienen, pero no sé si serán “plenas”.

 Una mujer plena no es solo aquella que tiene buen trabajo, que es reconocida, con hijos, marido, casada, separada, divorciada.

 Para mi una mujer plena es aquella que es inmensamente feliz consigo misma y que es capaz de amar su cuerpo, su mente y su espíritu. Es aquella que ha conocido a varios hombres y sabe exactamente qué quiere y dónde lo puede encontrar. Es quien ha explorado las artes amatorias y se ha titulado con distinciones.

 Es aquella que no le importan los kilos de más, ni la celulitis, ni las primeras arrugas pues sabe llevarlas con dignidad, con estilo y de acuerdo a la ocasión. Es aquella a la que no le importa coquetear y que la coqueteen.

 Es la que tiene las riendas de su vida completas, sin ningún cabo suelto y la lleva a voluntad, no dejando que nada se escape de su lugar, y si se escapa, sabe cómo volver a tomarlas y guiarlas nuevamente al norte fijado.

 Si es soltera, dejó el vestido de novia hace rato en algún lugar perdido del closet y no le interesa desempolvarlo pues sabe que se vería ridícula o en uno. A cambio de eso busca la satisfacción de una pareja que no le genere problemas pues ya tiene su vida armada y no desea más problemas.

 Una mujer de más de 40 es sexualmente plena, es capaz de decirle a su pareja sexual lo que quiere en la cama, como lo quiere y a qué hora lo quiere. No necesita horarios, ni lugares especiales. Sólo necesita querer.

 Los hombres también prefieren a las mujeres de más de 40 porque saben que con ellas la vida jamás será aburrida, al contrario, será un constante sube y baja de emociones enriquecedoras.

 En fin, las mujeres de 30 se preocupan demasiado por sentirse “viejas” sin saber que aún la fiesta no empieza.